Las activistas piden unidad y solidaridad en la lucha por la salud y la vida de las mujeres
Los debates de la 5ª Asamblea por la Salud de los Pueblos (APS 5) en Mar del Plata, Argentina, han puesto de relieve el profundo papel de las mujeres en la lucha por la salud, la paz y la justicia de género. Zeina Mohanna, representante de Amel Internacional, subrayó la extraordinaria carga que soportan las mujeres debido a la guerra en Palestina y el sur del Líbano. Su resistencia no sólo contribuye a la resistencia y al amor, sino que también encarna la lucha más amplia por un mundo pacífico y justo, afirmó Mohanna.
La Asamblea destacó la conexión entre la lucha por la paz y la búsqueda de sistemas sanitarios equitativos que aborden las injusticias de género. Trabajadores sanitarios y activistas como Camila Giugliani llamaron la atención sobre la importancia de los servicios de salud reproductiva y la lucha contra la violencia obstétrica en Brasil, subrayando la importancia de estos esfuerzos más allá de América Latina.
Sarojini Nadimpally, coordinadora de la campaña Salud para Todos del Movimiento para la Salud de los Pueblos (MSP), recordó a la Asamblea que la salud de la mujer va mucho más allá de los confines de los servicios médicos y abarca derechos humanos fundamentales, incluido el derecho a la vida en condiciones dignas. Esta perspectiva cuestiona las estructuras patriarcales que afectan a la salud y pone de relieve la interseccionalidad de estas cuestiones.
La creciente epidemia de feminicidios, señalada por las activistas Débora Tajer y Marta Montero, indica una crisis de salud pública derivada de fallos sistémicos en la protección de las mujeres. Esta alarmante tendencia subraya la urgente necesidad de una acción integral para salvaguardar la salud y la vida de las mujeres. Recordando a las más de 4.000 niñas muertas por feminicidio en Argentina, entre ellas la hija de Montero, Lucía Pérez Montero, las activistas instaron a la Asamblea a persistir en su lucha por la justicia y contra la violencia.
A pesar de los peligros que representan los gobiernos de derechas y sus partidarios, el mensaje de la Asamblea fue de esperanza y resistencia. El cántico colectivo respaldado por la Asamblea, "América Latina será toda feminista", se hace eco de la creencia en el poder transformador de la unidad y el feminismo.
El énfasis en la unidad y la solidaridad como componentes esenciales de la lucha por la justicia de género fue una de las principales conclusiones de la APS 5. La Asamblea no sólo reconoció el papel fundamental que desempeñan las mujeres en los diversos movimientos, sino que también pidió un mayor empoderamiento a través del conocimiento y las herramientas para fortalecer sus posiciones en estos movimientos. Los debates de la Asamblea sirven como recordatorio de la fuerza e importancia duraderas de las mujeres en la lucha por la salud, la paz y la justicia de género, abogando por un mundo en el que tales ideales puedan realizarse plenamente.